El Rompoy de la 8ª

Atravesar éste punto rojo de Cali a cualquier hora del día se ha convertido en toda una hazaña de paciencia y superación de trancones entre tractomulas, camiones, busetas, autobuses, carros o carretillas tiradas por tristes y exprimidos caballos. Ahora además, si uno llega al rompoy desde el centro subiendo por toda la carrera octava y quiere girar a la izquierda por la 70 para entrar a Alfonso López, barrio popular,o seguir hacia arriba por la misma octava en dirección a los ranchos y tablados Salseros de Juanchito, cuando llega al enorme rompoy se encuentra con que para hacer estas maniobras debe coger a la derecha por la Avenida Simón Bolivar para dar la vuelta en un cambio de sentido situado a casi un kilometro de distancia, y enfrentarse de nuevo al tráfico de acceso al rompoy y a sus eternos semaforos. Un vez en el semáforo podrá disfrutar de la amable atención de los técnicos en presión de llantas, pelaos de los barrios aledaños que, palo en mano, con un par de golpes en cada rueda le advierten de si tiene alguna de ellas baja de aire. Así se ganan unos pesos para colaborar con la economía familiar. El rompoy de la octava es además un enorme centro comercial de la construcción. Aquí podrá encontrar todo tipo de materiales para reformar su casa o construirla a su gusto, y exprimir un poco más a esos caballitos tristes que se dejan la vida acarreando los hogares soñados por todos nosotros. Al menos denles un par de azucarillos para endulzar el pulso de su corazón.